¿Cómo hacer una tableta de chocolate casero? Te mostramos la receta perfecta

¿Cómo hacer una tableta de chocolate casero?

¿Cómo hacer una tableta de chocolate casero? El chocolate en tableta es sin duda la forma de degustar el cacao preferida por los amantes de este superalimento.

Puro, con leche, relleno o con frutos secos los fabricantes están continuamente buscando nuevas recetas para conquistar a los golosos y a los paladares más exigentes.

Y tú también puedes prepararla en casa. Ente post te vamos a desvelar las claves de un perfecto chocolate casero para que tú mismo puedas desarrollar nuevas recetas y presentaciones.

La primera ventaja de fabricar tu propio chocolate en casa es la selección de los ingredientes.

El chocolate de elaboración industrial contiene otros componentes, a parte del cacao, que no son tan saludable para nuestro organismo.

Como todos sabemos, de las semillas de cacao se extrae el caco en polvo y la manteca de cacao, para elaborar lo que se conoce como pasta de cacao.

A partir de aquí se derivan las múltiples formas y recetas de chocolate que conocemos, muchas de ellas con azúcares y leche añadida en diferentes proporciones.

Cuanto mayor es el porcentaje de cacao de la elaboración, mejor se conservan las cualidades de ese gran superalimento en la receta.

Su alto contenido en flavonoides le da un potente efecto antioxidante y antinflamatorio, muy recomendable para la salud de nuestras células.

Por el contrario, al mezclar cacao con leche u otras lácteos disminuye de manera significativa la cantidad de flavonoides en la elaboración resultante.

Si a esta le añadimos azúcares, los valores nutricionales de la receta se alejan mucho de nuestro superalimento original.

Receta perfecta para hacer una tableta de chocolate casero 90%

Ingredientes:

  • 110 gramos de manteca de cacao de grado alimentario o pasta de cacao. Suele presentarse en trozos pequeños fáciles de fundir.
  •  2 gramos de manteca de cacao rallada finamente.
  • 70 gramos de cacao en polvo.
  • 20 gramos de azúcar de coco o el edulcorante que prefieras. La miel cruda también da buenos resultados.
  • ½ cucharadita de vainilla en polvo o una cucharadita de extracto de vainilla.
  • Una pizca de sal gris o del Himalaya.

Prepara una cazuela grande con agua hasta aproximadamente ¼ de su capacidad, un bol para meter en la cazuela al baño maría, un termómetro y una varilla manual.

Elaboración:

  • Muele el azúcar de coco junto con la vainilla en un molinillo eléctrico hasta que tenga la consistencia de azúcar glas. Si no tienes un molinillo, puedes triturar una cantidad mayor (no menos de 250 gramos) en un robot potente. También puedes dejar el azúcar sin moler, pero seguramente notarás su textura.
  • Calienta el agua de la cazuela e introduce el bol con la manteca. Controla la temperatura para que no sobrepase los 46ºC. Si la manteca todavía no se ha fundido, retira el bol de la cazuela y deja que se siga fundiendo fuera del cazo.
  • Añade el cacao en polvo, el azúcar que hayas elegido, el extracto de vainilla y la sal. Bate bien con una varilla manual hasta que quede homogéneo y deja que la temperatura de la mezcla baje hasta los 35 ºC, (o hasta 33,5 ºC si es chocolate con leche o blanco). Es la forma de temperar el chocolate y evitar efectos indeseados en el aspecto final como burbujas o un tono mate.
  • Añade inmediatamente la manteca de cacao rallada y bate bien con la varilla hasta que esté totalmente incorporada
  • Rellena pequeños moldes o busca un molde rectangular de aproximadamente 25 cm x 15 cm. Los hay de silicona, pero si no encuentras uno de este material, forra el que tengas con papel de hornear.
  • Ante de que se enfríe la mezcla puedes añadir otros ingredientes: pistachos, almendras, avellanas, semillas de calabaza, pasas, arándanos rojos secos, semillas, coco rallado, flor de sal, ralladura de naranja…Deja que se solidifique a temperatura ambiente.

En este cómo hacer una tableta de chocolate casero puedes saltarte el paso del temperado.

Pero recuerda que deberás guardarlo en la nevera hasta el momento de servirlo y es posible que no tenga una textura tan crujiente, especialmente si has añadido algún ingrediente.

Mediante el fundido y la pre-cristalización a temperaturas concretas, conseguimos un chocolate liso, brillante y crujiente. Y que además no se pega ni se funde en tus dedos.

Partiendo de esta receta puedes variar las proporciones y añadir un porcentaje mayor o menor de cacao según sea tu gusto y preferencias.

También puedes jugar con los sabores, añadir especias como canela, pimienta, chile en polvo…

¡Échale imaginación y disfruta del chocolate de manera saludable!

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